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Arte
La relevancia que Talavera tuvo en la Edad Media y siglos posteriores, se aprecia fácilmente en las numerosas construcciones de importancia artística e histórica que contiene su recinto urbano, situado a la derecha del río Tajo.
El Puente Viejo, de origen romano fue destruido por los árabes al huir de Talavera, pero su reconstrucción a partir de algunas cepas romanas se realizó en ese estilo, consiguiendo tal perfección que siempre se le ha conocido como el Puente Romano.
De los tres recintos amurallados que tuvo Talavera se conservan restos de dos de ellos, el primero de ellos construido en el siglo X.
Son numerosos los edificios religiosos que se alzan en esta villa. La Colegiata de Talavera es de estilo gótico mudéjar y en su fachada sobresale el rosetón, hecho de ladrillo y cubierto de estuco. El Convento de San Bernardo está dentro del estilo barroco y en su construcción colaboró Fray Lorenzo de San Nicolás. Al mismo estilo pertenece San Agustín Viejo; en la construcción de su iglesia y fachada, el citado Fray Lorenzo de San Nicolás puso en práctica sus teorías sobre el barroco de ladrillo. La actual restauración de la Iglesia de Santiago ha descubierto y valorado su estilo primitivo, el mudéjar. El Salvador es un de las parroquias más antiguas de Talavera, en su atrio Sancho IV ordenó que se administrara justicia a los castellanos y cristianos viejos. Santo Domingo es la bella desconocida; en su iglesia han sabido conjugarse felizmente el gótico con el plateresco y el renacimiento. En la fachada barroca del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, El Carmen, se combina la piedra y el ladrillo. De San Prudencio hay que destacar por su belleza la sacristía, antigua capilla del Santísimo y la escalera volada que conducía al coro y a las dependencias superiores del convento. Por último hay que destacar la que fue Ermita de la Virgen del Prado, que hoy es Basílica por privilegio concedido por el Papa Juan Pablo II.
Entre los atractivos de la ciudad se cuenta también la Plaza del Pan. En ella se celebraban los actos oficiales, se corrían y alanceaban los toros, su palacios daban posada a los visitantes ilustres y a los reyes; las procesiones, las Mondas, la Jura de los Fueros de Talavera por los Cardenales, las Mojigangas y todos los actos masivos tenían aquí su escenario.
Gastronomía
En la gastronomía de Talavera, histórica encrucijada de caminos, se encuentran resonancias de las tradiciones culinarias de las tierras que la rodean. Su actual cocina, basada en la calidad de sus materias primas, tiene como elementos básicos los productos de su feraz huerta y las carnes, especialmente el cordero y la caza. Y sobre todo el "saber hacer" que se ha enriquecido a través de los tiempos y que hoy está presente en sus excelentes restaurantes.
Artesanía
La cerámica de Talavera adquiere nombre propio en el siglo XVI. Y si bien en los tiempos de Carlos V es mudéjar, durante el reinado de Felipe II se hace renacentista. Es precisamente el interés de este Rey una de las principales causas del engrandecimiento del quehacer alfarero de la ciudad.
Durante la segunda mitad del siglo XVI y todo el XVII se fabricó la serie "tricolor", decorada con azul, naranja y manganeso. Los dibujos son trazados con negro de manganeso, relleno con azul y con el naranja en forma de rayado o cuadriculado. Es en este siglo cuando Talavera, por la calidad y cantidad de alfares, comienza a ser la Ciudad de la Cerámica. En el siglo XVII y primer tercio del XVIII, un azul pálido se hace vuelo en forma de golondrina; es la conocida serie "chinesca" o de las "golondrinas".
En el siglo XVIII, desde 1730, la loza de Talavera cambia su semblante, pierde su raigambre tradicional y busca otros soles, no inferiores sino distintos. Es entonces cuando comienzan las series de "guirnaldas" y "pabellones"; de esta época son las jarras de "bola", con el asa retorcida, hendidura agallonada en el cuello y en la parte inferior de la panza. Durante el siglo XX, y tras un largo período de decadencia, el barro despereza su olvido, comienza su renacer, e inicia un sostenido desarrollo que llega hasta la actualidad.
Pero además, en Talavera se realizan con gran maestría trabajos de guarnicionería, talla de madera, así como muebles y bordados.
Fiestas
Las Mondas. Semana de Pascua.
Pervivencia de un rito romano en honor de al diosa Ceres que fue cristianizado en el año 602 al colocar la Virgen del Prado en el antiguo templo. Es el tributo de la Talavera agrícola y ganadera, junto con su comarca, que al llegar la primavera, se acerca a la Basílica de la Virgen del Prado con sus ofrendas. El Sábado de Pascua es el día grande de estas fiestas. Están declaradas de interés turístico regional.
Ferias de Mayo. Se celebran durante los días 15, 16 y 17 de Mayo.
En la corrida de toros del día 16 de 1920 fue cogido Joselito, falleciendo como consecuencia de esta cogida. Durante estas ferias se celebra la FIAGA (Feria Internacional Agrícola y Ganadera).
Feria de Septiembre o de San Mateo. Comienzan el día 21.
Tanto las Ferias de Mayo como las de Septiembre son continuidad de las ferias que concedió Sancho IV a la ciudad en 1294.
La Tradicional Romería de Santa Apolonia
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