Monumentos y lugares de Interés de Talavera de la Reina, Patrimonio Histórico
Mapa ¿Como llegar a ellos? Mapa
De estilo gótico mudéjar, su planta es rectangular, formada por tres naves longitudinales y sin crucero. Fue nombrada Colegial en Julio de 1211 por el Arzobispo Jiménez de Rada. La Sacristía se terminó en 1715. Su claustro, gótico puro, fue construido hacia 1489. En tiempos del Cardenal Portocarrero, por los años 1704 y 1705, se añadieron los dos cuerpos superiores de la torre.
En el siglo XVI, en 1579, Nicolás de Vergara el Mozo cambia el aspecto de la Plaza del Pan, la viste de renacimiento y da forma de circo romano a su estructura y línea. Su rústica apariencia fue embellecida por Ruiz de Luna con el color de sus cerámicas.
Su primitivo nombre fue convento de Santa Catalina, la gente le conoció como San Jerónimo y hoy en día recibe el nombre de San Prudencio. El primitivo convento fue fundado por el Arzobispo Don Pedro Tenorio hacia el año 1372 para que residieran los canónigos de la Colegial, al negarse estos se lo entregó en 1398 a los frailes Jerónimos de la Sisla. Su capilla mayor data de 1536.
El actual puente fue mandado construir por el Arzobispo Don Pedro González de Mendoza en 1483, dirigiendo sus obras el Fraile Jerónimo Fray Pedro de los Molinos.
Este convento de estilo barroco fue fundado en 1610 por Doña Teresa Saavedra; al morir sus hijos Álvaro y María, esta pereció ahogada cuando se bañaba, por la noche, en el río Tajo, su hija Catalina, religiosa del convento de San Benito, pidió a su madre que fundara este convento.
De estilo barroco, el convento -no la iglesia que fue el teatro del Liceo, almacén y hoy es de propiedad particular- es la sede del Museo Ruiz de Luna.
Se trata de un teatro construido a principios de siglo. Se inauguró en 1914 con el nombre de Victoria. Acaba de finalizar su restauración.
En él, se proyectaban películas anunciadas mediante carteles colocados en la Plaza del Reloj. Tenía un aforo para 726 personas, siendo su horario de 7 a 11 de la noche. Su fachada posee bellos revocos, estando decorada con Cerámica de Ruiz de Luna.
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Talavera contó con tres recintos amurallados. El primer recinto se caracteriza por tener adosadas las torres albarranas, torres salientes para conseguir una mejor defensa de sus muros. La figura de una de estas torres forma parte del escudo heráldico de Talavera. Del segundo recinto tan sólo se conserva la Puerta de Sevilla, el torreón de la Puerta de Zamora y los restos de la Plaza de San Miguel, fue construido este segundo recinto para dar seguridad a los castellanos y francos que vinieron con Alfonso VI y que se quedaron a vivir en Talavera en torno a la Corredera del Cristo.
La construcción de esta iglesia se hace en el siglo XIV sirviéndose de la planta y lienzo de una antigua sinagoga. En la Travesía de Santiago se conserva un rosetón de ladrillo en el que la sencillez de la línea la impregna de belleza.
Una de las parroquias más antiguas de Talavera, existen datos de su existencia desde 1204. Testimonio de su antigüedad nos la da el ábside de estilo mudéjar, en el que los ladrillos se hacen arcos entrelazados en el tercer cuerpo y en el segundo se ondula en estrechos arcos lobulados. Su artesonado actual se construyó hacia 1570 gracias al dinero que mandó desde América, Miguel Ruiz de Herrera.
La iglesia fue consagrada el 25 de Abril de 1536. En ella se conservan los sepulcros de Don Pedro y Doña Catalina, padres del Arzobispo García de Loaysa; también se encuentra el sepulcro del mismo Arzobispo, sepulcro que durante mucho tiempo permaneció en la Iglesia del Salvador. Los tres sepulcros son de estilo plateresco.
Antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, situados en la calle del Carmen, junto a la iglesia de San Andrés. Se comenzó a edificar el 14 de Agosto de 1705; las obras se terminaron el año 1719. En este edificio estuvo emplazada la fábrica de cerámica El Carmen-Niveriro.
Basílica de la Virgen del Prado
En ella se conjugan el renacimiento y el barroco. La Ermita de 1570 -a la que Felipe II denominó "Reina de las ermitas"- se agrandó con crucero y cúpula barroca en 1649, dirigiendo esta ampliación el arquitecto Fray Lorenzo de San Nicolás, padre del barroco de ladrillo. Sus paredes son un verdadero museo de la cerámica de Talavera, en ellas podemos admirar obras de azulejería desde el siglo XVI hasta el XX.