La Iglesia de Santiago se la denominaba como Santiago el Nuevo por estar en los arrabales nuevos, arrabales que surgen para que habiten los castellanos viejos y francos que acompañaron a Alfonso VI en 1083 en la conquista de Talavera y que se quedaron a vivir en la ciudad a condición de que "moren fuera de la villa"; esta es la condición que pusieron los mozárabes que de los arrabales viejos pasan a morar en lo que se conocía como villa, dentro del primer recinto. Santa María y San Pedro eran las parroquias más importantes, la tercera en importancia era la de Santiago. La construcción de esta iglesia se hace a principios del siglo XIV sirviéndose de la planta y lienzos de una antigua sinagoga. Iglesia mudéjar, con tres naves, unidas las laterales con la central mediante cuatro amplios arcos tumidos de piedra que brotan de unos pilares rectangulares biselados en sus esquinas y con capitel de imposta. En la Travesía de Santiago, se conserva un rosetón de ladrillo en el que la sencillez de la línea se impregna de belleza.
La Iglesia de El Salvador es una de las parroquias más antiguas de Talavera, en la Concordia de 1204 aparece su nombre entre las parroquias de Talavera. Sancho IV ordenó que se administrase justicia en su atrio a los castellanos y cristianos viejos. De la iglesia primitiva se conserva el ábside de tipo mudéjar, en el que los ladrillos se hacen arcos entrelazados en el tercer cuerpo y en el segundo se ondulan en estrechos arcos lobulados. Su artesonado se construyó hacia 1570 gracias al dinero que mandó, desde América, el sacerdote Miguel Ruiz de Herrera. Tuvo importancia la devoción a Nuestra Señora de las Nieves, reflejo de esto es la capilla que mandó edificar el regidor Juan de Arévalo en 1487.
El ábside de Santiago el Viejo es de estilo mudéjar y fue fundado en 1226. En él nos encontramos con una serie de arcos lobulados en la parte superior y con la sobriedad recta del arco de medio punto en la parte inferior. Santiaguito, como también se le conoce, fue hospital de la Orden militar de Santiago, al desaparecer como monasterio de la orden hospitalaria, la iglesia se convirtió en parroquia de San Martín en 1581, en tiempos del Cardenal Quiroga. En 1631 quedó abandonado cuando el Cardenal Alberto, infante de España, trasladó la parroquia de San Martín a la de San Clemente.